0. El Jesucristo de Playa Mackenna

Después de pololearme el monasterio y agradecer las maravillosas virtudes que vivifica, llegó un momento en el que sentí que mi mejor opción era tomarme unas vacaciones, por lo que fui a dejar tirada la vida en un bar miserable y de mala muerte, y la recogí justo a tiempo para recibir la mañana escuchando La Llamada del Mar, que en la voz del viento me invitaba a tomar las llaves del Chanchito que me Apaña a Todas y buscar una ruta hacia la costa, sin saber que tendría que arriesgar la vida en Los Acantilados de la Incertidumbre donde me vería en el deber de analizar la posibilidad de bajar a la playa, o averiguar si podíamos salir de ella Valiéndonos de la Propia Luz para instalar Un Pesebre Junto al Mar donde dejar tirado un rato el mundo entero y todo lo demás, desintegrando mi mente con Un Salto Dentro de la Superconsciencia y dar a luz como El Cristo de Playa Mackenna para comprobar después que me faltaban Las Sandalias del Profeta por lo que partir a buscarlas se convirtió en Un Propósito para Vivir antes de soltar mis cabellos Hacia el Viento del Este y encontrarme con las muchedumbres deseosas de recibir la gloria de mi divinidad.

¿Tienes algo para decirme?