2. El Chanchito que me apaña a todas

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El Carocho es un samurai a todo ritmo, tremendo, un grande de los finos. Peso pesado y campeón. Sus llaves viajan conmigo donde sea que yo vaya, y no importa donde sea, siempre está dispuesto a llevarme. Es un japonés musculoso y potente, con fuerza en todas sus rueditas, y con un espacio sorprendentemente amplio donde instalé mi casa.

Arrendar una casa es demasiado mainstream.

Estoy un poco enamorado del Carocho, y no lo digo yo, lo dice mi bioquímica, por la descarga de endorfinas y hormonas bonitas que se disuelven en mi sangre cada vez que lo veo esperándome listo para partir a donde sea que se nos ocurra largarnos. Me produce sentimientos de amor contar con una fuerza tan chacal. 

Lo cuido harto al chanchito, lo mantengo bien. No lo lavo mucho la verdad, a el no le importa. A el le gusta el barro, somos de los mismos. Nos hemos llevado super bien, nos entendemos, nos cuidamos harto. 

Hemos crecido juntos.

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